martes, 22 de abril de 2014

Enseñanza para caballos desobedientes




Si ha intentado todos los consejos anteriores y el caballo sigue con su desobediencia, hay que usar unas medidas más duras. ¡Necesita mucha paciencia y piense que deberá ser muy estricto pero siempre justo!

Si el caballo gira y no se está quieto, póngale entre una pared o valla y una paca de paja (o dos pacas seguidas) paralelas a la pared. Párelo. Con las riendas cogidas suavemente, ponga el pie en el estribo. Si el caballo sigue quieto acaríciele, y después, ponga un poco más de peso en el estribo. Si se mueve el caballo, párelo rápidamente y vuelva a ponerlo en el mismo sitio. Inténtelo tantas veces como sea necesario hasta que se esté quieto, y luego súbase despacio. En todo momento, si el caballo es obediente, hay que acariciarle mucho pero en el momento en el que se mueva, párelo inmediatamente, bájese e inténtelo de nuevo. Repítalo hasta que el caballo espere la ayuda que le indique que puede avanzar.

Si intenta ir marcha atrás, ponga una paca de paja detrás de él. (Debe tocar la paca después de dar 2 o 3 pasos atrás). Lleve una fusta y si después de varios intentos el caballo sigue moviéndose hacia atrás, déle con la fusta y devuélvalo a su sitio original. Si la paca de paja no funciona, póngalo con la grupa contra la pared en una esquina y súbase con la ayuda de una paca de paja. Hay que repetir la lección muchas veces hasta que el caballo esté acostumbrado a quedarse quieto. Cuando permanezca quieto y obediente en su sitio medio “cerrado”, puede subirse solo por medio de una paca, sin usar la pared. Luego desde el suelo. En todo momento es imprescindible no molestar al caballo, ¡no le clave la punta del pie en las costillas, ni se desplome de golpe en la silla!

Después de esta enseñanza podrá subir con tranquilidad y el caballo debe esperar su ayuda para avanzar. Indudablemente el caballo no esperará mucho tiempo, y por lo tanto, habrá que practicar esto también. Después del trabajo diario en vez de bajarse rápidamente sería instructivo parar, esperar varios segundos con el caballo quieto, y bajarse después de haberlo acariciado. El caballo debe esperar cada ayuda del jinete.

Mucho sentido común y sobre todo, mucha paciencia. Con práctica y estos dos ingredientes podrá educar cualquier caballo.


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