- La vista: el caballo posee un campo visual muy amplio, que oscila entre 340º y 360º, con las siguientes características:
Dispone de un campo ciego, que le impide ver en línea recta
delante de él, más allá de un metro.
La visión lateral con un sólo ojo no le permite percibir el
relieve, por eso se le debe permitir girar la cabeza.
A pesar de que percibe mal los detalles, es muy sensible al
movimiento.
Puede ver de noche.
- El oído: el sentido del oído
en el caballo está muy desarrollado:
Puede escuchar sonidos imperceptibles para el hombre.
Sus orejas se orientan hacia el lugar en donde se origina el
ruido.
- El olfato: es también un sentido muy desarrollado. Pueden llegar a
reconocerse por medio de este sentido, siendo el que utiliza el potro para
buscar a su madre.
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